Reflexiones del gran momento

>> lunes, 23 de julio de 2012


Hace algún tiempo tuve el agrado de participar en un encuentro de madres, un regalo diría yo de una persona muy querida que tuvo la delicadeza de invitarme… 

Entre todas las cosas que conversamos hablamos de la muerte, de lo que significaría no la muerte de un hijo, del marido o de algún familiar, sino lo que significaría nuestra propia muerte… a muchas de las mamás les chocó el tema pero en cambio a mi no, será porque muchas veces he pensado en eso, claro se viene mi operación y es inevitable no sentir pavor con solo pensar en que algo puede salir mal, así mismo me pasó la vez anterior, lo que fue razón suficiente para comenzar a escribir este blog donde quise dejarles a mis princesitas un punto de encuentro en donde nos pudiésemos conectar, y donde pudieran conocer a su mamá por sus propias palabras...

Si todo va como hasta ahora, falta un poco menos de un mes para el “gran momento” y ya la ansiedad me come por dentro, y si bien la mayor parte del tiempo pienso en que todo saldrá bien y que por fin podré cerrar un ciclo importante en mi vida, hay algunos momentos en que miro a mis hijas y me asusta la remota posibilidad de perderme su crecimiento, el no poder seguir disfrutando sus pequeños grandes logros, pienso en su adolescencia y me angustia no estar para ver su primer amor, para acompañarlas y abrazarlas en sus primeras penas y no poder darles esos consejos que las mamás por esencia somos tan sabias en dar, son tantos los momentos que imagino que me perdería que me es imposible escribirlos y las lagrimas simplemente no paran de salir… 

Pero mi corazón se siente tranquilo porque en estos cuatro maravillosos años en que he tenido el honor de ser parte de la vida de mis princesitas, he sido inmensamente feliz y tengo la satisfacción haberles entregado el máximo de mi amor, he disfrutado cada minuto que hemos estado juntas, aunque haya estado enojada, triste o lo que sea, ya que siempre mis princesitas han sido lejos lo más maravilloso que me pudo regalar la vida…

Sí, puede que sea una exagerada o una pesimista pero tengo miedo, ansiedad y una mezcla de sentimientos vivos, así que el hoy he decidido vivirlo a fondo y aunque lo más probable es que no pase nada y después cuando lea estas líneas me sienta un poco ridícula de haberlas escrito, quiero aprovechar y disfrutar cada minuto intensamente y valorar todo lo que el día a día me entrega, porque es HOY que tengo esta posibilidad pero mañana quien sabe…

Read more...

La era de las Nannys

>> miércoles, 4 de julio de 2012


Mi suegra siempre me decía que cuando tuvo a sus hijos chicos nunca se dio grandes lujos pero que sí siempre pagó una nana, y que así evitaba llegar a hacer las cosas de la casa y se dedicaba a disfrutar realmente a sus hijos…

Nosotros claramente sabíamos que necesitábamos una,  para que cuidara a las niñas cuando se enfermaran,  para que no me dieran las 22:00 de la noche cocinando casi todos los días de la semana ni tampoco las 02:30a.m. Planchando los días viernes y domingos, sí, nuestra vida, mi vida se había convertido en un caos absoluto, pero como es típico de los chilenos, quisimos postergar  lo inevitable y tratamos de tapar el sol con un dedo, mentalizándonos que había otras cosas “más” importantes,  que eran “más” necesarias y metiéndonos a presión que nosotros éramos “la Súper Familia”  que podríamos con todo por lo menos hasta diciembre que es donde llega a nuestro fin  la tan querida  “Era Preescolar”, mientras tanto el huracán “casa” nos seguía envolviendo y destruyendo todo lo que encontraba a su paso, así me fui viendo sin ganas de llegar a mi casa, histérica cada vez que mis niñas se enfermaban, rogando que no las devolvieran del jardín cuando tenían fiebre porque no tenia a nadie a quien recurrir para que las cuidara, llorando tan solo con ver la cantidad de ropa que tenía que planchar, dándoles comida a mis princesitas casi a las 22:00 de la noche cuando ni siquiera las había bañado (algo imperdonable en mi esquema materno) y ladrándonos con mi marido por las tareas “hogareñas” que todos los días nos teníamos que repartir y que cada día hacíamos con menos y menos ganas…

Hasta que nos decidimos y tal como mi suegra postergamos otras cosas, modificamos las prioridades y hoy me espera un rico queque para la once y estoy contando las horas por llegar a verdaderamente regalonear con mis princesitas a un hogar limpio y ordenado y pucha que nos, me ha cambiado la vida, solo espero que ella se sienta cómoda con esta multiloca familia y que nos siga cuidando y regaloneando hasta ahora porque yo me siento feliz de haberla encontrado.

Read more...

Sigue nuestras aventuras...

Seguidores

    © Historias de mis Princesitas Gemelas. Friends Forever Template by Emporium Digital 2009

Back to TOP