Vacaciones 2012 jo jo jo

Nuevamente el papá por trabajo no nos pudo acompañar en el mes que estuvimos de vacaciones, así que agarré a las niñas y nos fuimos a regalonerar por segundo año consecutivo al puerto donde nací y donde pasé gran parte de los veranos de mi infancia y adolescencia. Es que no hay mejores vacaciones que pasarla con primos de la misma edad con los que puedes jugar hasta caer rendida de cansancio,  junto a tíos y abuelas que no hacen mas que regalonearte y si le sumamos que en la casa donde vacacionamos vive el mismísimo Viejo Pascuero, se vuelve un panorama inolvidable o no?

Sí, mis niñas están convencidas que el esposo de mi tía es el Viejo Pascuero, y yo que pensé que lo habían olvidado. Pero esta vez no quedaron sorprendidas cuando lo vieron llegar del trabajo, que por cierto pensaban que era el mall, claro ellas tienen asumido que ahí es donde vive cuando no es navidad, y como no pudieron verlo la noche en que dejó misteriosamente los regalos debajo del árbol, apenas pudieron conversar con él le dieron las gracias por todas las cosas que les había dejado y además le dijeron que les habían gustado mucho, bueno si nos ponemos a pensar tiene bastante sentido, ya que luego de la navidad no aparece mas el viejo Pascuero y nadie puede agradecerle los regalos que dejó. También le contaron que lo habían visto en el mall y que ellas lo saludaron pero que él no las había reconocido, entonces les explicamos que fue porque en ese momento él estaba trabajando…

Él al principio no entendía nada de lo que le decían mis princesitas pero cuando con un gesto y disimuladamente le explicamos, les lanzó un gran JO JO JO y les dijo que se alegraba mucho que les hubieran gustado sus regalitos.

Podría contar muchas cosas, que disfrutamos de la playa, que nos regalonearon muchísimo, que no queríamos que pasaran los días, pero el Viejito Pascuero merece sin duda una mención especial que quiero atesorar en mi corazón…

Así que si sus hijos les preguntan donde vive el Viejito durante el año… que Polo Norte! eso es un mito, el verdadero vive en San Antonio de Chile! Y si no me creen pues pregúntenle a mis niñas.