El Bebé Matias

Es increíble como las niñas tienen ese instinto maternal “el aura” como le llamo, que no sé si será debido a la imagen que ven en su casa o porque vienen con el chip integrado desde la fábrica. Pero mi Leticia a sus 3 años se ha convertido en madre adoptiva, aclaro que es adoptiva porque el muñeco es de su amiga Leonor, pero apenas lo vio se enamoró de él y la mamá de la amiga gentilmente se lo prestó, cosa que ella tiene muy claro. 

Lo bautizó como el Bebé Matias, y ya hace más de un mes que no se separa de él, es un nuevo integrante de la familia, que usa pañal, la acompaña todos los días al jardín, se bañan juntos, duerme con ella, cena con nosotros y es por quien primero pregunta cuando despierta en las mañanas… 

Un muñeco de goma, de tamaño más bien pequeño, ideal para ella, pero tiene la particularidad que es hombre, no llora ni se mueve pero a mi hija simplemente le encanta. Para poder devolvérselo a la amiga le compramos unas muñecas para el cumple, de esas de cuerpo de genero que lloran/ríen cuando uno las aprieta, ella la miró, jugó un rato pero volvió a tomar a su Bebé Matias, así que estamos pensando en comprarle una muñeca a la amiga mejor, para reponer la perdida. 

La miro y retrocedo en el tiempo, cuando niña me encantaba jugar a las muñecas, hacerles ropa, darles la comida, pasearlas etc., una etapa de la que guardo preciosos recuerdos y ahora que veo a mi hija jugar me encanta volver a sentirme niña por un ratito y ser parte de su mundo de fantasías, así que me he convertido en abuela del bebé jajaja, porque Leticia tiene muy claro que ella es la mamá. Así que también le hablo, lo abrigo en las noches para que no pase frio y hasta le doy las buenas noches, cosa que a ella le encanta, me mira con unos tremendos ojos acompañados de una gran sonrisa…