La Vergüenza
>> lunes, 30 de mayo de 2011
Hace algunos días tuve la charla personal con la educadora del nivel que asisten mis princesitas, hablamos un ratito y por más que traté no pude evitar que me cayeran varias lágrimas de emoción que traté de secármelas lo más disimulada posible.
Hablamos de su comportamiento, de las actividades que más les gustaban, de cómo poco a poco se estaban integrando con los demás niños, ya que están acostumbradas a ser sólo las dos, pero que aunque han logrado sepáralas siempre están pendiente una de la otra. Me dijo: “sus hijas se adoran” y me contaba de cómo Noelia cuida a Leticia, que si la escucha llorar deja todo tirado para ir a ver qué es lo que le pasó o que si están en actividades separadas Noelia igual se acerca a ver lo que está haciendo su hermana y luego vuelve a su lugar y que a veces simplemente no pueden sepáralas porque ellas exigen estar juntas, siiii lagrimas jajaja
Bueno entre todas las cosas que conversamos, me habló de la timidez de Noelia, que se nota que le da vergüenza hablar fuerte, aunque lo positivo es que levanta la mano para opinar y siempre quiere participar de las conversaciones grupales, pero cuando habla lo hace muy bajito, hasta que la tía la refuerza como aprobando lo que está diciendo, yo ya lo había notado en la casa cuando cantaba, siempre muy bajito pero cuando le decía que su canto era hermoso terminaba casi gritando.

Tiene un lenguaje un poco avanzado para mis niñas, así que lo fui acomodando con palabras sencillas para que les fuera más fácil entender y para mi sorpresa Noelia me dice que a ella le pasa lo mismo que la princesa y se tocaba la cara. Quedé muy sorprendida con lo que me dijo, la verdad es que nunca pensé que podría relacionar lo que le estaba contando con ella misma.
Nuevamente me sorprendo con su crecimiento, me cuesta dejar de verlas como mis bebés y asumir que ya son niñas que razonan y comprenden más cosas de las que imagino que pueden entender, siiiiiiiiiiiiiiii lagrimas jajajaja