Vacaciones de Invierno parte 2 (la Visión de mis Princesitas)

“Todas las personas mayores fueron al principio niños.

(Aunque pocas de ellas lo recuerdan.)”

Antoine de Saint-Exupéry

Sin duda que si viéramos toda la vida con ojos de niños el mundo sería completamente distinto…

Cada noche al acostarnos mis princesitas me piden que les cuente un cuento o mejor dicho me piden que les invente uno, en el que los personajes principales siempre son Mickey Mouse (Noelia) y Winnie de Pooh (Leticia) yo comienzo la historia y ellas la van hilando. Generalmente son vivencias de ellas, experiencias significativas que se les van quedando en su baúl de los recuerdos. Esta semana todos los días hemos inventados cuentos nuevos pero que tienen algo en común: son aventuras vividas en sus vacaciones.

Así, me han contado con sus propias palabras sobre la visita al Zoológico, de cómo el hipopótamo estaba hundido en un agua muy sucia en donde solo se le veían las orejas, de cómo los monos jugaban y trepaban, de que el León no quería nada, que el tigre se paseaba de aquí para allá y que el oso polar estaba muy enojado… (Por nombrar algunos)

El viaje en metro fue todo un acontecimiento, ya que como no lo conocían, les llamó la atención subirse a un tren muy muy grande, que tenía muchas escaleras y que además volaba!!!! Conclusión que sacaron porque veían las casas lejos y chiquititas.

Los paseos bajo la lluvia también las marcaron, no es que mi mamá haya planeado salir a mojarse, pero justo fueron a comprar y de repente se largó a llover. Emocionadas me cuentan de cómo las gotas que venían del cielo les tocaban la cara y las manos, pero lo que más las marcó es que no tenían paraguas… (Fue lo primero que le contaron a la tía de vuelta al jardín) 

Con el paso de los días mis bellas me han ido transmitiendo todo lo que vivieron, de cómo hicieron galletas, del carrusel grande en el que Leticia no se pudo subir, de cómo perseguían a las palomas etc… y de esta forma cada noche mis niñas arman una nueva historia en que encubiertas son los personajes principales y yo una mera relatora que queda encantada y sorprendida con sus aventuras…

Y colorin colorado este cuento se ha terminado, pasa por un zapatito roto y mañana te cuento yuyi! (nueva versión inventada por Noelia)

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Vacaciones de Invierno parte 1: Abuelas o nietas afortunadas?

Es una pregunta que este fin de semana me ha rondado en la cabeza. Se terminaron las vacaciones de invierno y nuestra rutina ha vuelto a la normalidad, pero los recuerdos de la semana con su Aba Mary están más vivos que nunca, lo que confirma que estas vacaciones fueron verdaderamente inolvidables.

Alguien dijo por ahí que mi mamá había sacrificado sus vacaciones, pero debo decir que nadie sacrificó nada, sino que todo lo contrario, sin duda fue un regalo para mi mamá haber podido disfrutar a sus nietas y fue un regalo para mis hijas haber podido disfrutar tanto con su abuela, en esos cinco días estoy segura que se formaron lazos y apegos únicos entre ellas , lo sé porque cuando llegamos a buscarlas luego del alboroto por vernos cuando les dijimos que era hora de partir a la casa, las dos se abrazaron a su abuela y le dijeron que no se querían ir, lo sentí cuando mi madre entre lágrimas me agradecía el haberle dejado a las niñas y cuando se despedía de ellas entre sollozos como si nos fuéramos muy muy lejos. 

Hoy sólo quiero agradecerle a mi madre por regalarles a mis hijas las mejores primeras vacaciones de invierno, gracias por todas las aventuras que preparó, que por más simples que uno las pueda ver para ellas fueron realmente inolvidables (ya las contaré desde la visión de mis niñas), gracias por hacerles vivir una semana diferente, entretenida…Mágica!, gracias por cuidarlas, por amarlas, por disfrutarlas.

En fin, gracias simplemente por ser su Abita Mary.

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Días inmensamente largos

Desde que nacieron las niñas mi vida como mamá ha sido una carrera, correr al levantarnos, correr para llegar temprano al jardín y al trabajo, en las tardes correr para ir a buscarlas, correr para cocinar, para bañarlas, para acostarnos y hasta para dormir… y claro muchas veces he reclamado que me siento agotada… hoy me doy cuenta que es: encantadamente agotada.

Hace ya 3 días que no corro, me levanto tranquilamente y en las tardes tampoco nadie me apura en hacer nada. Suena como ideal no? Tener la oportunidad de hacer una pausa para reponerse y recargar fuerzas para continuar con el segundo semestre del año. Pero si soy sincera mi semana ha estado lejos de ser un recreo, nunca imaginé que me costaría tanto estar separada de mis princesitas, he sentido pena, angustia, las horas se me hacen eternas y la verdad es que no sé qué hacer cuando llego a la casa, que además me desagrada que esté tan silenciosa y ordenada.

Mis bellas lo están pasando increíble, me lo dicen todas las veces que las llamo por teléfono que están contentas y que aún no quieren volver a la casa porque están regaloneando con su aba que se ha preocupado de inventar para cada día panoramas muy entretenidos…

Juro que cada día que pasa me mentalizo en que me voy a desconectar, que las dejaré disfrutar tranquilas y que yo haré todas las cosas que siempre he reclamado que quiero hacer y que no puedo por andar corriendo, pero llego a la casa y quedo en blanco, siento que me hago pequeña y que la casa está gigante y no me gusta!!!… me busco y me busco y no me encuentro, solo veo a la mamá que no puede dejar de pensar si sus niñas habrán comido, si habrán peleado o si me extrañaran…

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Vacaciones de Invierno

Este invierno ha tenido un toque “especial” ya que hemos decidido no retirar a las niñas del jardín para su periodo de “hibernación”. 

No es que lo hayamos planeado así pero los dos inviernos anteriores por orden medica hemos tenido que “guardar” a las princesitas por problemas respiratorios, primero fue el virus sincicial y el año pasado debido a las neumonías que nos visitaron producto de las secuelas que dejó el mismo bicho. Este año nos hemos puesto en campaña de no retirarlas, y seguir como hasta ahora, donde cada vez que se enferman se quedan en la casa hasta que se recuperan y después vuelven a sus actividades. 

Todo ha funcionado bastante bien, excepto por una situación que no teníamos contemplada: Las princesitas no se quieren levantar.

Si nuestras mañanas antes eran caóticas, ahora se han vuelto MEGA caóticas y mi paciencia que es enorme (aunque viene de cerca juro que es así), entre patadas y llantos se comienza a consumir antes de las 9 de la mañana y que hago??? Respiro profundo, ignoro, busco un tema de conversación para desviar su atención y ellas que hacen? Lloran, gritan y siguen pateándome… 

Mi mamá salió de vacaciones y nos pidió quedarse con ellas unos días, la idea es que se puedan levantar tarde y poder pasear con su aba que les tenía prometido un paseo en metro (no lo conocen) y una visita al zoológico. 

Así que ayer nos despedimos, ellas se quedaron felices y nosotros partimos a la casa con una sensación extraña… pero seguros que lo pasaran increíble y que mejor cuidadas no podrán estar.

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Primera visita al dentista

El hada de los dientes

Ayer mis princesitas tuvieron su primera visita al Dentista, lo que resultó toda una aventura…

La Abita Edi (mi suegra) trabaja en el área Maxilofacial por lo que desde antes que nacieran las niñas ya había elegido a la odontopediatra que las atendería y hace rato que nos venía diciendo que ya era hora de que la visitaran. Como yo tengo que pedir permisos recurrentes en mi oficina para mis controles y como creo absolutamente que la crianza es una responsabilidad compartida esta vez fue el turno del papá llevarlas a la dentista, igual estaría mi suegra esperándolos así que la tarea tampoco sería tan difícil. 

Todo había salido excelente hasta que llegaron al Hospital donde al papá se le quedaron las llaves adentro del auto por lo que me llamó un poco molesto para darme la noticia (como si yo hubiese tenido algo que ver jajaja), afortunadamente había bajado a las niñas, o no sé si tan afortunadamente porque si hubieran estado dentro ellas mismas le hubieran quitado el seguro a las puertas jajaja Pero bueno tuvo la suerte que después lograron abrirlo y no fue necesario tomar las medidas extremas como quebrar un vidrio jajaja

Según la interrogación de rigor, mis princesitas se portaron increíble! se sentaron en el sillón, abrieron la boca y escucharon muy atentas todo lo que les dijo la dentista, que al parecer les cayó muy bien. A Leticia le costó un poco, pero cuando supo que le regalarían un sticker si se portaba bien, feliz abrió su boquita (es muy interesada).

Es primera vez que no acompaño a mis niñas a un “control” y sí, debo reconocer que me dio un poco de pena que me la guardé sin decir nada, pero creo que es necesario que los roles sean compartidos en todo ámbito, siento que tenemos que ser capaces de poder llevar a las niñas al médico o a donde sea sin tener que andar juntos y yo debo dejar de sentir que es una responsabilidad exclusivamente mía. Y la verdad? me gustó la experiencia y creo que para mi marido también fue gratificante o al menos eso fue lo que percibí. 

Mis niñas llegaron felices contándome todo lo que había pasado, diciéndome que ya no podíamos tomar bebida ni comer dulces, que teníamos que tomar agua o jugo, me mostraron cómo habían abierto la boca y me dijeron que no les había dado nada de miedo, y al acostarnos me inventaron un cuento sobre cuando Mickey Mouse y Winnie the Pooh fueron al dentista… y colorín colorado este cuento se ha terminado, pasa por un zapatito roto y mañana te cuento otro!

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Somos Gemelas

Como le explico a mis niñas que son gemelas? pregunta que me hice varias veces, imaginando cómo mis Princesitas irían entendiendo la razón de su parecido físico, el por qué tienen la misma edad o el que hayan estado las dos al mismo tiempo en la “guatita de la mamá”, pero definitivamente los niños tienen una simplicidad que me sorprende día a día y que lamento mucho que se vaya perdiendo con el paso de los años, ya que si la conserváramos estoy segura que el mundo sería completamente distinto.

Siempre le hemos contado a nuestras Princesitas que nacieron juntas, que son hermanas gemelas, que las dos se parecen mucho etc pero nunca nos imaginamos que ellas lo entendian o que nos escuchaban con atención cuando se lo explicábamos de forma natural y sencilla, hasta que hace unos días el papá se puso a conversar con ellas y… 

Papá con las niñas conversando sobre a quien se parecen. 

Noelia:  Yo me parezco a mi mamá

Papá:    Y ustedes se parecen? sus caritas son iguales..??? 

Leticia: Sí, somos iguales

Papá:  Y porque son iguales? 

NOELIA: Porque somos Hermanas, Hermanas Gemelas

Moraleja: Nunca subestimes a los niños, siempre te pueden sorprender con algo!

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Exagerada?

Ya se ha vuelto una tradición que apenas comienza Junio los virus, resfríos, fiebres y este año las otitis comienzan a atacar a mis princesitas. A mi favor debo decir que mi reacción ha ido mejorando con el paso del tiempo, los llantos y la torpeza producto del nerviosismo son parte del pasado, aunque aún no puedo evitar que cada vez que me llaman del jardín apenas escucho la voz de la tía no sienta esa sensación de vértigo y pensar que ha pasado lo peor. 

El fin de semana que pasó mis princesitas nuevamente nos pidieron ir a alojar donde la “Abita Mary” (mi mamá) así que luego de un asado las fuimos a dejar, desgraciadamente se nos hizo un poco tarde y cuando llegamos hacía mucho frío. A la mañana siguiente como de costumbre llamé para saber cómo habían amanecido y mi mamá me cuenta que Leticia había tenido vómitos y dolor de oídos, inmediatamente la angustia se apoderó de mí y aunque me recalcó muchas veces que me quedara tranquila que ya estaba bien, me apuré lo que más pude para llegar lo más rápido posible al lado de mi hija y verla con mis propios ojos. Todo este asunto generó una pequeña discusión con mi madre que no podía entender mi “urgencia” si me estaba diciendo que la niña estaba bien. No se quien estará mal pero para mí no es suficiente que me digan que “ya está bien” yo NECESITO estar al lado de mis princesitas, verlas, tocarlas y solo en ese momento puedo quedarme tranquila. 

Lo hemos pasado mal con el tema de los virus, detesto la fiebre, los resfríos y me da terror que pueda pasar algo más y no estar presente, situaciones que por lo demás han ocurrido más de una vez, y han generado una culpa en mí demasiado grande. 

Soy aprensiva, exagerada? Tal vez si pero no me importa, mis princesitas ante todo!

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