Cuando el corazón habla

>> miércoles, 28 de marzo de 2012

…Y reir y reir y reir
Madrugadas sin ir a dormir
Sí, es distinto sin ti,
Muy distinto sin ti…

Anoche no podía dormir, mi mente no podía dejar de pensar en esa madre que perdió a su hijo en las más atroces condiciones, sí hablo del horrendo crimen de Daniel Zamudio, y aunque estoy segura que es imposible dimensionar el sufrimiento de esa familia,  tan solo al pensar en cada uno de ellos mi corazón se retorcía de dolor. No se a que hora una de mis hijas me llamó y me pidió que me acostara con ella, situación que sucede prácticamente todas las noches en las que me levanto casi sonámbula a ver que quiere y si estoy muy cansada despierto a mi marido para que la vaya a ver. Anoche en cambio me sentí feliz de que me llamara, es más creo que lo estaba esperando, la abracé con todas mis fuerzas, la besé, en un susurro le dije que siempre la amaría  y agradecí por tener a mis niñas conmigo, agradecí que aun fueran niñas completamente puras de alma y agradecí que estuvieran rodeadas de personas que las aman.

De repente Daniel y su madre volvieron a inundar mis pensamientos y sentí miedo, miedo del mundo que les estamos formando a nuestros hijos, un mundo enojado, donde hay gente que discrimina y se burla si eres gordo, feo, chico, moreno, albino, discapacitado, homosexual, extranjero y sentí una ganas locas de que mis hijas nunca salieran de mi lado, para siempre poder protegerlas de cualquier situación que pudiese dañarlas.

Me pregunto que pasa por la mente de esas personas que se sienten con el derecho de reírse, de herir física y psicológicamente a otro ser humano con el único objetivo de causar daño y parecer más “bacanes” frente a sus pares. No pude evitar recordar mis años de colegio donde un grupo de alumnos todos los días me molestaron por tener la cara larga, gritándome cosas cada vez que me veían, riéndose y hasta empujándome si pasaba cerca de ellos. No, no eran mis compañeros, nunca los conocí, nunca supe sus nombres, solo sé que me dañaron, que me provocaron una tremenda inseguridad y rechazo hacia mi misma. Sufrí en silencio durante casi toda la enseñanza media y dejaron unas secuelas tan grandes que cuando volví a ver a uno en un paradero muchos años después de haber terminado el colegio, sentí que me moría de susto y tuve ganas de arrancar. Fue un proceso aprender a perdonar, entender y llegar a quererme, trabajo que por supuesto no pude hacer sola.

No quiero que mis hijas estén en ninguno de estos lados, quiero que el respeto por el otro sea uno de los pilares fundamentales de su vida, quiero que se quieran tal cual son y que se sientan bellas por dentro y por fuera para poder también querer al otro tal cual es, tengo claro que el día de mañana no estarán de acuerdo con todas las opiniones ni con todas las formas de pensar pero quiero que con respeto puedan aceptar, entender y tolerar.

No se educar mas que con el corazón, les explico a mis hijas que todos somos hermosamente diferentes, que es parte de lo maravilloso de la vida, pero nuestra base parte por respetarnos como familia, conversando, queriéndonos y aceptándonos como somos y entendiendo que cada día podemos ser un poquito mejor. 

Estoy segura que si todos realmente pudiéramos vernos como personas nuestra sociedad seria diferente y no estaríamos pidiendo una Ley que nos obligue a entender la diversidad. 

7 comentarios:

Natalia 28 de marzo de 2012, 20:42  

Querida Vicky! Qué lindo y necesario post. Me lo rodo para compartirlo en el facebook de mi blog.

Siento que, de alguna manera, la muerte de Daniel Zamudio puede ser un instrumento para que reflexionemos, hablemos con nuestros hijos y pensemos acerca de lo que nosotros mismos hacemos diariamente.

UN ABRAZO MUY GRANDE!

Pamela 28 de marzo de 2012, 21:04  

Vicky, es tan importante lo que dices en cuanto a educar respetando la diversidad.

La muerte de Daniel es algo que ha dolido en muchas familias, en mi propia familia también.

Estoy segura que tus hijas sabrán convivir, respetarse y respetar, tal como les están enseñando.

Saludos.

Anónimo 28 de marzo de 2012, 21:06  

Hermoso soy mama de Gemelos y te dejo mis espacios.
www.elblogdelaeducadora.jimdo.com
http://elblogdelaeducadora.blogspot.com/
Bendiciones.

Vicky 29 de marzo de 2012, 11:29  

Hola Natalia, la verdad es que he estado a full pero me hice un tiempito porque me llegó mucho.
Gracias por compartirlo y ojalá que sirva para que todos tomemos conciencia sobre el respeto, la tolerancia y la discriminación.
Un abrazo gigante para ustedes.

Hola Pamela, me cuesta tanto creer que exista tanta maldad en algunas personas, son tan jovenes, pienso en su familia que doloroso saber que mi hijo torturo por horas a otro niño, me duele el corazón te lo juro. El respeto es uno de los valores más importantes en las familias y en la sociedad. Besos!

Hola Claudiam bienvenida a este humilde espacio donde comparto las vivencias con mis niñas y mis propios pensamientos cómo mamá y mujer.
Obvio que pasaré a tus espacios para compartir experiencias.
Un abrazo!

(A todas, estoy una ingrata pero no es porque quiera, tengo tanto trabajo, tareas de mis niñas, insomio que me tiene agotada, que cuando llego a mi casa solo quiero acostarme, Besos!!!!!)

PAOLA 11 de mayo de 2012, 14:44  

Hola Vicky, que hermoso post...a mi también me da miedo pensar con que se va a encontrar mi hija cuando yo ya no pueda estar siempre a su lado para protegerla, yo tb fui víctima de burlas en el colegio, por muchas cosas, algunos niños (y no tan niños) siempre inventaran algo con que atormentar a los mas débiles, pero creo (estoy segura) que estas personas lo hacen porque han vivido extrema falta de amor en sus casas, un niño que se sabe amado no necesita hacer sufrir al resto para sentirse bien...esperemos que con muestro amor y enseñanzas nuestros hijos crezcan haciendo el bien, un abrazo

Vicky 14 de mayo de 2012, 17:22  

Paola que lindo comentario, me emocioné...

Un abrazo grande y gracias por pasar por aquí para dejarnos tan sabias palabras.

Elin 22 de abril de 2022, 10:54  

Mi marido y yo siempre queríamos tener hijos ...pero soy infertil . Una de las opciones que me ayudo tener hijos es maternidad subrogada. Muchas gracias a aquellas mujeres de los vientres de alquiler que se sacrifican por nosotros, los que queremos simplemente ser feliz es y tener hijos , pero por cuestión de la naturaleza , Dios lo sabe por que no lo podemos . Pudimos ser padres con el centro de reproducción asistida de Feskov . Ya conocemos a varias parejas que se lograron su sueño ahí . Gracias a todos los médicos , el equipo del centro y por supuesto a nuestra gestante Svetlana.

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