Una cuncuna peluda

>> viernes, 27 de mayo de 2011

Hay dos momentos particulares del día que verdaderamente amo: cuando vamos y cuando volvemos del jardín/oficina, unos minutos que son solo de nosotras tres. 

Da lo mismo haber dormido 4 horas durante la noche, haberme despertado mal genio casi ladrándole a mi marido por la falta de sueño y por la envidia que me provoca verlo dormir plácidamente las horas necesarias para poder despertar descansado. Da lo mismo haber tenido un día de mierda donde equivocadamente creen que soy un robot y aunque supuestamente entienden que el tiempo no me alcanza para responder en todo, me exigen de igual manera con los plazos y resultados. Dan lo mismo las pataletas matutinas por querer usar los mismos jeans y poleron todos los días, por no querer peinarse o lavarse los dientes, por querer usar ropa de la hermana aunque la que estoy poniendo sea igual, por querer los mismos juguetes o los gritos porque una le dijo fea a la otra, y la otra que se ofendió porque la hermana le dijo loca, en fin todo da lo mismo porque cuando nos subimos al auto radicalmente todo cambia… 

Todos los días es la misma rutina, sagradamente apenas enciendo el motor tiene que sonar el cd versión 1.2345 de mis princesitas, el que tiene varios cd’s infantiles y ahora canciones sueltas que ellas me van pidiendo como de paparamericano o el osito gominola (solo por dar algunas), y como por lo general escuchamos siempre las mismas, tenemos una carpeta “preferidas” donde ahora voy agregando directamente las canciones, dando origen a las nuevas versiones del cd. 
No es raro que en nuestro camino, los autos que quedan a nuestro lado nos miren con cara de pregunta cuando a las 8:30am nos ven a las tres bailando y aplaudiendo dentro del auto, si supieran que vamos cantando “danza cururo” a todo volumen claramente lo entenderían. 

Pero si hay algo que me encanta y que sin querer me he convertido en toda una experta, es en cambiar las letras de las canciones, lo hice hace mucho tiempo y para ver si conocían la letra de una canción, pero ahora es oficialmente nuestro juego preferido de todas las mañanas y tardes, amo escuchar las carcajadas de mis princesitas repitiendo mis frases en un tono como diciendo: “las cosas que se le ocurren a la mamá…” para luego decirme: “cántame mamá cántame!” Siiii soy una babosa, pero en verdad me fascina y es mi vitamina para comenzar o terminar el día. 
De esta forma danza cururo es la danza del tata Arturo, abuelito dime tú es Tata Kiko dime tú, la cuncuna amarilla es una cuncuna peluda que quería ser perro y así tengo versiones para la vaquita loca, para mi barba tiene 3 pelos y juro que podría seguir…

2 comentarios:

100% Mamá 27 de mayo de 2011, 11:22  

jajaja, que divertido, me pasa igual, esa danza cururo le encanta a mi hija... tambien cantamos y bailamos, claro que a ella le gusta escuchar la radio disney, jajaja y cuando va mi hijo en el auto lo unico que sabe pedir es bebi, que es su baby de justin bieber, jajaja

Ya me las estoy imaginando en el auto a las tres, bueno tambien te imagino en las mañanas con el caos antes de salir, uy y me dio miedito, jajajaja

Creeme que mis mañanas son muy parecidas....

besos, buen finde!!

Lorena 27 de mayo de 2011, 12:32  

Que wena, con la analia es igual llantos por le saco ropa, se pone tiesa cuando quiero ponerle otra cosa, me tira los zapatos a culaquier parte, corriendo por toda la casa para ponerle un pinche, ni hablar para hacerle un moño, pero entra al auto y todo cambia. Mientras le hago morisquetas por el espejo cuando escuchamos sus canciones y haciendo todo la mimica correspondiente ...... Que ridicula!!! Aunque todavia no me dice frases, con sus risas y las caras que me pone, me imagino que debe decir lo mismo que las princesitas: "las cosas que se le ocurren a la mamá" jajajaja dobles besos y dobles abrazos

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