Soy una Madre Imperfecta!

>> viernes, 29 de abril de 2011


En el corto trecho que he avanzado en mi camino de maternidad, he tenido que aceptar que estoy lejos de ser la mujer que imaginé que sería cuando fuera madre. He escuchado y leído mucho sobre el término “Madre imperfecta”, pero la verdad es que tengo que reconocer que inconsciente y secretamente yo quería ser todo lo contrario, una Madre Absolutamente Perfecta. “Afortunadamente” la vida muy sabiamente se encargaría de demostrarme que eso no sería posible. 

Desde que decidimos ser padres me concentré en convertir mi cuerpo en un lugar sano y seguro donde nuestro bebé creciera en las condiciones más optimas que yo le pudiese entregar, meses antes de embarazarme fuimos al médico, dejé de fumar, practiqué natación, teníamos contemplada nutricionista, dietas, ejercicios etc. Todo estaba perfectamente calculado, pero sucedió algo que no estaba en nuestra carta Gantt: “un embarazo múltiple”, lo que significó adiós a todo lo planeado, estábamos frente a un embarazo de alto riesgo donde lo más importante era el reposo y la tranquilidad. Recuerdo que en un control le pregunté muy preocupada al doc. Si había subido mucho de peso y me dijo que era lo que menos importaba jajajajajaj 

Cuando llegamos a la casa con las niñas me esforcé en atenderlas correctamente, mudarlas y darles de comer en los horarios y cantidades exactas, que el dormitorio estuviera con la temperatura adecuada, que no fuera a recibir más atenciones una que la otra, que no tuvieran tantas visitas, que las visitas no estuvieran enfermas, que sus horas de sueño fueran tranquilas y suficientes para su desarrollo etc., Uff me cansé solo de recordarlo y ni hablar en delegar tareas porque NADIE podría hacer las cosas tan bien como yo. Pero fueron ocurriendo infinitas situaciones que no estaban en nuestros planes, las que cada vez que sucedían me hacían sentir derrotada en mi tarea de madre y por lo tanto culpable.
Me autoimpuse llevar una mochila de culpas gigantesca, ya que todo lo que pasaba en mi familia (según yo) era mi culpa, si las niñas se enfermaban, si no comían, si se caían, si convulsionaban, todo absolutamente todo lo que les pasaba se debía porque yo no había realizado bien mi tarea de mamá, y así llegó un día que colapsé… tuve que estar a miles de kilómetros de mis hijas y de mi marido para comprender que nunca sería una madre perfecta y cuando pude asimilar algo que pareciera ser tan simple, me sentí libre, liviana, feliz… 

No sé cómo explicarlo, pero juro que algo pasó en mí, es como si mi paciencia se hubiese multiplicado, como si mis oídos hubiesen puesto un filtro anti llantos/anti-gritos y como si una enorme capacidad para disfrutar de las cosas simples se hubiese apoderado completamente de mí… Y simplemente dejé de esforzarme en querer ser alguien para simplemente ser, y la verdad es que me gusta mi propia forma, me gusta cantarle a mis niñas todo el tiempo, aunque sé que lo hago pésimo pero me da lo mismo porque ellas lo aman, reconozco que soy despistada y que nunca he sabido cuanto miden mis niñas ni cuanto pesan exactamente pero si sé cada una de sus canciones favoritas, o el color que dirán cuando uno les pregunte por cualquier color, que mi casa no es el templo del orden pero que me da lo mismo con tal de jugar aunque sea una hora con ellas, que las tengo mal acostumbradas de acostarme en un mini-colchón todas las noches para que nos durmamos las tres de la mano etc. Pero bueno con esas pequeñas cosas soy feliz, aunque también reconozco que me canso, que hay días que me gustaría dormir hasta las 11:00 y que sufro cuando despiertan a las 7:00, que necesito ayuda para hacer todas las cosas que tengo que hacer ya que las horas del día no son suficientes y que a veces también necesito un recreo, si para que estamos con cosas, la vida tampoco es un cuento, y de una Madre Imperfecta que más se puede esperar?

9 comentarios:

100% Mamá 29 de abril de 2011, 10:21  

jajaja, asi somos las madres imperfectas, pero perfectas para nuestros hijos, eso es lo importante...

tambien recuerdo mi primer embarazo lo obsesiva que era, hasta compre un termormetro ambiental para medir la temperatura de la habitacion, uf.... ni tengo las miles de cosas inutiles que compre y nunca me sirvieron, jejeje

Me encanto esta entrada y me senti completamente identificada...

un beso y buen finde!!!

Mamá Terapeuta 29 de abril de 2011, 10:26  

Muy buen post, es importante recordarlo de vez en cuando!!

me encantó lo que dijo Pame: somos perfectas para nuestros hijos.

Posiblemente de los 14 en adelante seremos lo peor que les pudo haber pasado, pero somos una dupla... Adaptamos nuestras ideas originarias a nuestra realidad, considerando sus necesidades/capacidades y las nuestras también!

Eso es un gran trabajo, así que me parece PERFECTO que seamos imperfectas, quiere decir que nos adaptamos ;)

Heroína Frívola 29 de abril de 2011, 10:38  

Es algo ta común para quienes estamos dentro del club "de madres"... quienes luchamos por seguir siendo perfectas para nuestras hijas y aprendiendo cada día de las imperfecciones del rol.
Y más entendible aún es querer tener un tiempo para nosotras solas, porque si seguimos en la rutina del cansancio de seguro seremos más imperfectas.
Cariños.

Vicky 29 de abril de 2011, 11:02  

Hola! que razón tienen en sus comentarios, eso de que somos perfectas para ellos y que posiblemente cuando tengan 14 pensarán que somos lo peor que les pudo tocar es la realidad...

Pero como dice Sonia en el camino uno se va adaptando... ahhh me encantaron los comentarios.

Y toda la razón de que si no tenemos un tiempo para nosotras nos volveremos más imperfectas:
"Es por el Autocuidado" ;)

Un beso para todas, feliz fin de semana :)

madredemellizos 29 de abril de 2011, 13:55  

Yo estoy segura que eres una muy correcta y que cuida y quiere a sus hijos! Las mamás multiples no podemos estar tan pendientes de todo, si te sirve de consuelo, yo tampoco sé cuánto pesan mis hijos, ni qué han comido en la guardería, además en el tema de números y medidas suelo liarme con uno y el otro! Muy buena reflexión.

Vicky 29 de abril de 2011, 15:51  

Hola Marta, siiiiii me sirve de consuelo porque siempre me he sentido un poco mal por eso, y te prometo que cada vez que vamos a control trato de memorizarlo pero ha sido imposible y también me confundo con las medidas jajaja. Gracias por tu comentario :)

Mis mellizos y yo 30 de abril de 2011, 1:48  

Otra que se liaba con pesos y medidas, ahora ya no claro porque mi hija le saca una cabeza, pero aunque seamos imperfectas yo creo que ellos nos ven geniales y lo importante es hacerlo todo lo mejor que podemos y eso estoy segura que es asi ¿verdad?

Natalia 1 de mayo de 2011, 6:29  

Hola Vicky: Hay un autor en psicología que habla de la "madre suficientemente buena", aquélla que, durante los primeros días de su guagua logra atender sus necesidades con premura.
Pero también habla de la importancia de ir fallando poco a poco... es decir, demorar paulatinamente la atencion de las necesidades del niño... es la única forma de que tu hijo comience a comprender que el mundo no gira en torno a él, aprender a esperar, a posponer a ratitos sus necesidades, etc. Por eso somos imperfectas... para hacer de nuestros hijos niños emocionalmente sanos.
Si no falláramos nunca, si siempre tuviéramos paciencia infinita, el resultado sería niños egoístas, incapaces de esperar, de tolerar de incertidumbre y de flexibilizar.
Todo esto es lo que yo trato de tener en mente cada vez que siento culpa porque fallo, porque no tengo tiempo, porque me canso...
Un gran abrazo, y chao a las culpas.

Vicky 2 de mayo de 2011, 10:28  

Natalia tienes toda la razón, voy a leerlo mil veces para que se me quede bien grabado en la cabeza.
Un tremendo abrazo para tí :D

Mis mellizos y yo: De todas maneras, uno se esmera en hacer todo lo mejor posible para ellos dentro de nuestras capacidades... :)

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